Enviado por Michael Vasquez
Bueno, primero lo primero: tengo una historia de mi tío. ¡Lo perseguía mucho el duende! ¡Hasta que un día lo sacó de la cama y lo empezó a perseguir por todo el campo, pero con un chuchillo! Mi abuelita lo fue a buscar y lo trajo a la cama otra vez. Siguieron las apariciones, y como mi abuela no aguantaba más, trajeron botellas con agua. bendita y las dejaron en la puerta de la entrada. Al otro día aparecieron tiradas, abiertas, rotas, ¡las botellas! Entonces mi abuelo lo esperó (a la noche siguiente), ató un hilito a la puerta y vio cuando entró... El duende pisó el hilo haciendo ruido unas latas que pusieron, y entonces mi abuelo lo golpeó en la cabeza, con un palo, y lo dejó duro... pero cuando quiso levantarlo, ¡¡el dende desapareció!! Nunca más lo volvió a molestar a mi tío.
Durante un trasnoche con ZN al aire en la radio, Marisa estaba escuchando y sintió la necesid
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